Hola amigos, en este camino de estudio y aprendizaje, muchas historias surgen tanto de las sagradas escrituras como en textos apócrifos, relatos de la gente y demás. Si bien, todo por cierto, como verdad absoluta está mal, no está de más tratar de comprender y aprovechar lo bueno que contenga.
Al final, los humanos mejoramos cuando estamos abiertos a escuchar y meditar todo lo que existe.
En esta ocasión quiero compartir una de las historias más trascendentales e impactantes que he leído, la historia de un centurión romano.
La historia de Longinos, el centurión romano que perforó el costado de Jesucristo con su lanza, es un fascinante relato de conversión y redención. La escena de la crucifixión, descrita vívidamente en los evangelios, ha sido inmortalizada en el arte y la literatura a lo largo de los siglos. Sin embargo, pocos saben la historia de Longinos y su profundo impacto en la tradición cristiana.
Longinos, el centurión romano
Longinos no es mencionado por su nombre en los evangelios canónicos, pero es probable que fuera el centurión que comandó el destacamento de soldados romanos asignados a la crucifixión de Jesús. Según el Evangelio de Juan, fue él quien perforó el costado del Salvador con una lanza para verificar su muerte.
La leyenda afirma que Longinos era un hombre pagano, pero que quedó profundamente conmovido por los eventos que tuvieron lugar en el Calvario. Los terremotos, la oscuridad y el testimonio de las últimas palabras de Jesús lo llevaron a cuestionar sus creencias.
La curación de la ceguera de Longinos
Una de las historias más conocidas sobre Longinos es su curación de la ceguera. Mientras perforaba el costado de Jesús, una gota de sangre salpicó sus ojos y los sanó milagrosamente. Este incidente se narra en el «»Acta Pilati»», un texto apócrifo que se remonta al siglo IV d. C.
La curación de la ceguera de Longinos se convirtió en un poderoso símbolo de la redención que Cristo ofreció a quienes se arrepienten de sus pecados. La sangre de Jesús, que había sido derramada por la salvación de la humanidad, ahora sanó y transformó la vida del centurión romano.
Longinos y su conversión al cristianismo
Después de su curación, Longinos se convirtió en un seguidor fiel de Jesucristo. Renunció a su cargo militar y dedicó su vida a difundir el mensaje del Evangelio. Se dice que viajó extensamente, predicando a los gentiles y convirtiendo a muchos a la fe cristiana.
La tradición sostiene que Longinos finalmente fue martirizado en Cesarea Capadocia por su creencia en Cristo. Su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación y su nombre fue venerado por los primeros cristianos.
Longinos es a menudo representado como un hombre ciego en el arte y la iconografía cristiana. Esto se debe a su asociación con la curación de su ceguera después de perforar el costado de Jesús. El «Ciego de Longinos» se ha convertido en un símbolo de la transformación espiritual que resulta del arrepentimiento y la fe.
Devoción a Longinos
San Longinos ha sido venerado como santo por la Iglesia cristiana desde el principio. Su fiesta se celebra el 15 de marzo y es invocado como patrón de los soldados, los guardias y las personas con problemas de visión.
La historia de Longinos sigue siendo una fuente de inspiración y esperanza para innumerables creyentes. Su conversión de un soldado pagano a un seguidor fiel de Cristo es un testimonio del poder transformador del amor y la misericordia de Dios.
Longinos, el centurión romano que perforó el costado de Jesucristo, es un personaje fascinante en la historia cristiana. Su curación de la ceguera, su conversión y su eventual martirio son un testimonio del poder transformador de la redención. La historia de Longinos continúa recordándonos la gracia de Dios y la esperanza de salvación que está disponible para todos aquellos que creen.
